Cuentas bancarias y tarjetas

CUENTAS BANCARIAS
La mayoría de los usuarios disponemos de alguna cuenta corriente o de alguna libreta de ahorro para domiciliar recibos, ingresar o extraer dinero, domiciliar nóminas o la pensión, disponer de tarjetas, etc.
En las cuentas corrientes disponemos de un talonario de cheques, con los cuales se pueden efectuar pagos, mientras que en las cuentas o libretas de ahorro disponemos de una libreta en la que se refleja cada movimiento bancario realizado en nuestra cuenta.

Intereses y coste de las cuentas bancarias
Debemos prestar atención a determinados conceptos:

  • Saldo mínimo necesario que debe tenerse en cuenta para obtener los intereses pactados.
  • Franquicia o saldo no remunerado, que es la cantidad por la que no se percibe ningún rendimiento.
  • Retribución de cada tramo de saldo a un tipo de interés diferente.
  • La posibilidad o no de descubierto o números rojos en la cuenta y los intereses y la comisión a pagar por dicho concepto.

Debemos comprobar las comisiones que nos cobran por nuestra cuenta bancaria, siendo las más habituales la comisión de mantenimiento, la comisión de administración (por cada operación o apunte realizado, que a veces sólo se cobra a partir de un número determinado de apuntes) y la comisión de inactividad.
Asimismo, debemos considerar otros costes que la entidad financiera cobre por prestar otros servicios (Costes de las tarjetas de crédito y de débito. Costes por negociación de cheques y por transferencias. - Gastos por cambio de divisas y por cheques de viaje).

TARJETAS
Las tarjetas de CRÉDITO: Son aquellas que sirven para comprar a plazos y obtener dinero en efectivo. Su uso conlleva una cuota anual. El límite del crédito de estas tarjetas suele ser negociable, dependiendo de la solvencia y antigüedad de la relación del usuario con la entidad de crédito.
Las tarjetas de DÉBITO: Son aquellas que se utilizan en los cajeros automáticos para obtener dinero en efectivo, con un límite diario. También se pueden utilizar como medio de pago de productos o servicios en numerosos establecimientos. A diferencia de las tarjetas de crédito, sólo es posible utilizarlas si se dispone de efectivo en la cuenta bancaria asociada a la tarjeta. El importe de los pagos efectuados se descuenta de manera inmediata.
Las tarjetas de COMPRA o tarjetas de CLIENTE: Suelen estar vinculadas a cadenas de establecimientos comerciales. El importe de los bienes y servicios adquiridos con ellas se carga en una cuenta bancaria del usuario en un plazo único prefijado, con una financiación a coste cero. Algunas sirven también para fraccionar los pagos. No se suele cobrar cuota anual por su utilización.
Las tarjetas MONEDERO o MONEDERO ELECTRÓNICO: Son de aparición reciente. Tienen como función sustituir al dinero en efectivo en pagos de pequeño importe. Consisten en una tarjeta a la que se incorpora un microchip. El microchip, que se carga en un cajero automático, registra la cantidad de dinero que se va descargando en los sucesivos pagos en los lugares que dispongan para ello del terminal adecuado.
Las tarjetas de FIDELIZACIÓN: Son las conocidas como tarjetas de puntos, utilizadas por las empresas asociadas a ellas para captar nuevos clientes y para aumentar el consumo de los que ya lo son. Por cada compra u operación que se efectúa en una empresa asociada, se dan una serie de puntos, que se acumulan y sirven para acceder a determinados bienes o servicios (entradas a espectáculos, alojamientos gratuitos, descuentos en viajes, etc).