Iglesias y Monumentos

Comenzaremos el recorrido por la margen derecha del Sella, donde está el edificio más antiguo del concejo: la iglesia de Santa María de Junco, en la aldea de Xuncu, situada en un bello paisaje junto al río. Es un pequeño templo rural, del románico tardío, levantado a comienzos del siglo XIII y reformado en los siglos XVI y XVIII, con diversas modificaciones de huecos y con el añadido en 1553 del escudo de armas de Ruiz de Junco, la familia regidora de esta iglesia. Fue destruida en 1936 y rehabilitada en los años ochenta bajo la dirección de Magín Berenguer. Tiene una sola nave, ahora de bóveda plana, y un bello ábside con una ventana saetera y con los canecillos originales, decorados. En el interior hay restos de pinturas gotizantes, parcialmente ocultas por antiguas reformas, y un arco triunfal doble, decorado con volutas grabadas y sostenido por capiteles de gran originalidad que representan cabezas de monstruos, una cabeza humana y varias parejas de aves picoteando hojas, un tema que se repite en la ventana del ábside y también en la iglesia de San Esteban de Leces.


iglesia san mamesIglesia de San Mamés en Cuerres

iglesia santa marina

Antigua iglesia de Santa Marina en la Playa

Cerca de esta iglesia, y sin salir del pueblo de Xuncu, hay dos viejos palacios, ambos levantados por la familia Ruiz de Junco. Uno es la Torre de Junco, probablemente el edificio civil más antiguo del concejo, levantado en el siglo XV a modo de bastión defensivo, aunque estuvo habitado hasta comienzos del siglo XXI. Sobre la entrada, de sólidas dovelas, hay un escudo de la familia Ruiz de Junco. El otro es el Palacio de Villabuena, del siglo XVII, también de los Ruiz de Junco y en estado de ruina. Más cerca del río Sella, al borde de la Mediana, está el Palacio de la Piconera y sus viviendas anexas, un conjunto construido por Manuel Martínez en 1891 para la explotación agrícola y ganadera


Otra rama de la poderosa familia Junco levantó en Sebreñu el Palacio de Sierramayor, también renacentista del siglo XVI y reformado en el XVIII. Tiene dos alas y la obra más antigua, de un estilo de cantería muy parecido al del palacio de Prieto Cutre, se aprecia en la que mira hacia el sur, a la Peña Pagadín. En El Carmen es interesante el Grupo Escolar, construido en 1900 gracias a una subvención estatal y a aportaciones de indianos como Ramón Cifuentes, dueño de la fábrica de puros Partagás en la Cuba colonial. Hoy esta escuela ha sido restaurada y alberga un equipamiento museístico. Cerca de allí está la Casa del Fenoyal, dotada de escudo de armas de los Junco y con capilla privada, en ruinas, y carretera adelante, bordeando la Peña Pagadín, se llega a Calabrez, con hermosas caserías rurales diseminadas en la falda de la montaña.


palacioPalacio de Sierramayor. Sebreño.
 

En Sardéu está la Casa del Barréu, del siglo XVI, en la que se reunió la corporación municipal riosellana huida de la villa durante la Guerra de la Independencia. Más arriba, en Moru, está la Iglesia de San Salvador, primitiva cabecera de la que fue la más rica de las parroquias del concejo. Tiene origen románico, del que se conserva el ábside, el arco triunfal y los canecillos tallados, aunque el templo sufrió una considerable ampliación y reforma en siglos XVI y XVII, época a la que posiblemente pertenecen unos restos de pinturas tras el altar mayor. El lugar, tras la quema del templo en 1936, presenta un aspecto ruinoso y no exento de romanticismo, aunque pide a gritos la restauración.

palacioPalacio de la Piconera. Sardalla.

 El linaje Junco, el más poderoso en la historia local, poseía también la Torre de Ruiz de Junco en la aldea de San Esteban de Leces, otro impresionante torreón defensivo adornado con el escudo familiar de armas, ya gastado por la intemperie. El edificio sufrió reformas en el siglo XVI que mejoraron la fachada, que tiene buenos sillares, una puerta de entrada con arco adintelado y una ventana similar a la del palacio de Prieto Cutre. En este mismo lugar, al lado de la torre, está la Iglesia de San Esteban de Leces, que según las crónicas estaba primitivamente en El Forniellu. La iglesia, originalmente románica y destruida en 1936, era similar a la de Xuncu, aunque sólo se conservan de ella los canecillos del ábside y la ventana saetera. Fue cabecera de un importante territorio, el de “Leduas”, que se unió al de “Melorda” (al otro lado del Sella) para fundar el alfoz del concejo en 1270. En Abeu, cerca de San Esteban de Leces, está el Palacio de Argüelles, aunque su emplazamiento original estaba en Caravia, donde tuvo que ser desmontado piedra a piedra por la debilitación del terreno a causa de la actividad minera.

En Torre tiene gran interés el Palacio de Montoto, reconstruido en el siglo XIX sobre la fábrica de una antigua fortaleza medieval elevada sobre un peñasco. Es el lugar denominado en los documentos medievales “Torre Felgarias”, que dio origen al nombre actual de esta aldea. En Linares hay dos monumentos dignos de mención, el Palacio de Galmés, magnífico ejemplo de la arquitectura norteña de finales del siglo XIX, y la Iglesia Parroquial, una de las más hermosas del concejo y con un atrio bellamente empedrado. Cerca de Linares tenemos el Palacio de Alea, del siglo XVI, una construcción algo modificada pero que sirve para hacerse una idea de lo que fue el estilo renacentista rural. En Berbes está la antigua Casa del Cura, que fue en el siglo XVII hospital de peregrinos pobres.

En la margen derecha del Sella tenemos en primer lugar el pueblo de Collera, en el que se puede visitar la Iglesia de San Martín, parcialmente demolida en la guerra civil aunque aún se conserva de su fábrica gótica una capilla con sus nervaduras originales. En este pueblo tienen también interés la Casa Rectoral, reedificada en 1768, la Casa del Colláu con sus bastiones amurallados, y la Capilla de Piles, de inspiración romántica. Camino de Meluerda por el interior, nos encontramos el Palacio del Retiro, de estilo renacentista muy similar al de la casa de Prieto-Cutre, levantado por otro Junco en el siglo XVI, y la Capilla del Cementerio, de sobria arquitectura neoherreriana de comienzos del siglo XVIII. En este pueblo de Meluerda existen varias casas de gran interés y antigüedad, pues es precisamente este territorio el que, juntándose con Leces, da origen al municipio de Ribadesella. Entre todos los edificios de los siglo XVI y XVII hay que destacar la Casa de Manjón, que aún conserva el escudo de armas, enclavada al lado de la Ermita de San Julián y de un tejo centenario, símbolo de esta aldea.

ayuntamientoPalacio Pietro-Cutre. Siglo XVI.

Actual Casa Consistorial.


Siguiendo hacia Camangu por el interior, sigue habiendo casonas muy hermosas, como la Casa del Tarabuxín, fundada a finales del siglo XVII por la familia Huergo Posada y ornada por tres magníficos escudos de armas en la fachada, además de contar aún con una capilla privada. En Cuerres, ya en el límite del concejo, hay también buenos ejemplos de esta sólida arquitectura rural, como la Casa de Covián, desposeída ya del escudo pero que aún conserva una bella ventana saetera grabada. Es digna de mención también la Iglesia de San Mamés, con un amplio y hermoso atrio que daba cobijo a los fieles y a los que acudían a la Feria de San Lorenzo. En el campo anexo hay una fuente dieciochesca, que también estaba al servicio de los asistentes a esta feria, una de las más famosas de Asturias desde la Edad media hasta principios del siglo XX.

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